miércoles, 27 de agosto de 2014

LA ADAPTACIÓN A LA ESCUELA INFANTIL



La incorporación a la escuela infantil supone un importante cambio en la vida del niño. Normalmente es la primera vez que se separa de la familia y sale del entorno familiar, del espacio que conoce, de la seguridad y protección que le brinda su casa, para entrar en contacto con un nuevo espacio desconocido: la escuela.

Este paso será muy importante en su vida, y aunque en algunos casos, al principio, la separación le resultará dolorosa, el pequeño lo irá asimilando, y gracias a esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de socialización. Además de ser un paso necesario para conocer otros ámbitos de aprendizaje y constatar que los cambios también pueden ser muy positivos.

Durante este periodo de adaptación al nuevo entorno es posible que puedan aparecer conductas de rechazo, de tristeza u otras manifestaciones de adaptación como alteraciones en el sueño, alimentación…Debemos saber que estas son manifestaciones normales de este período que se solucionaran en breve tiempo y que si las entendemos de una forma natural estaremos ayudando al pequeño a asumir la nueva situación con normalidad y alegría.
Las rutinas que se establecen en la escuela infantil también facilitarán esta labor, ya que les van creando hábitos que les proporcionan seguridad y equilibrio emocional. Además, la estimulación sensorial y psicomotríz que los niños de 0 a 3 años reciben en la escuela contribuye a desarrollar sus enormes capacidades, que serán la base de todos los aprendizajes posteriores.

            Para poder disfrutar de los beneficios que le ofrece la escuela debemos en estos primeros momentos ofrecerle comprensión y ayuda, no evitando la situación de conflicto que esta viviendo sino ayudándole a entenderla y a asumirla con normalidad, evitando ponerle un plazo para que la supere, ya que cada niño tiene un ritmo de adaptación que debemos respetar.
Para vosotros, los padres, también supone un cambio importante la incorporación por primera vez de un hijo a la escuela, por ello es fundamental que intentéis estar tranquilos y tengáis confianza en la escuela que habéis elegido para vuestro pequeño, ya que, incluso sin darnos cuenta, transmitimos lo que sentimos con gran facilidad a nuestros niños.

            A continuación os damos algunas orientaciones que pueden resultaros útiles en este período:  

·  Antes de comenzar la asistencia del pequeño conviene que vayáis adaptando los horarios de sueño y alimentación a los que va a tener en la escuela para que comenzar a facilitarle su incorporación.

·  Prever un tiempo en el que el niño pueda acudir a la escuela durante unas horas antes de incorporaros al trabajo, para que tengáis tiempo de separaros y reencontraros sin que transcurra mucho tiempo durante los primeros días. En el caso de los bebés menores de seis meses la adaptación “real” a la escuela será de los padres, ya que cognitivamente ellos no lo acusarán tanto, por lo que es conveniente que busquéis, en esos primeros momentos, mientras el niño está en la escuela, algo que os apetezca hacer.

· Organizaros de modo que no estéis nerviosos y con prisas para que el niño vaya lo más tranquilo posible a la escuela.

· En los primeros días, el niño puede llevar consigo algún objeto al que tenga cierto apego afectivo, para hacer más agradable la adaptación al nuevo ambiente.

· Durante el período de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades, es conveniente que intentéis llevarle y recogerle vosotros, ya que esto le dará seguridad y se acostumbrará antes al cambio. Así mismo intentad ser muy puntuales en la recogida para que no tenga sensación de desamparo cuando lleguen los demás padres.

·  Procurad evitar que falten durante los primeros días para que se adapten con mayor rapidez, y encontrar un horario regular que el pequeño vaya a seguir todos los días para que conozca sus rutinas y a través de ellas sus propios horarios.

·  Cuando sea la hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y alegría. Hay que transmitir al niño que lo que estáis haciendo es lo mejor para él. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que si protesta con fuerza impedirá la partida. También evitad marcharos cuando no os ve, el pequeño acusará igual la marcha pero, al no despedirnos, no sabrá que vais a volver.

·  Debemos evitar el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “voy a comprar y vengo enseguida”, así como evitar al recogerle frases como “¡Ay pobrecito!, que le hemos dejado solito”, ¿has llorado mucho?....

· Esperemos a introducir cambios en la vida del pequeño (quitar pañales, cambio de habitación…) mientras se está adaptando a la escuela para que pueda asimilarlos de uno en uno con más facilidad.

· Puede que el niño, en el reencuentro con los padres llore o muestre indiferencia, estas son algunas manifestaciones que no deben angustiarnos, a veces el niño también experimenta sentimientos ambivalentes, contradictorios, al mismo tiempo siente la separación de la educadora y el deseo de ir con sus padres. Dedicarle en estos momentos un tiempo especial para acogerle, dialogar con él y reconfortarle.

Por último recordaros que la escuela infantil se va a convertir en un referente importante en la vida de vuestros hijos, que van a disfrutar de ella, de las posibilidades de aprendizaje, de relación con iguales y de afecto que brinda, pero debemos darles y darnos tiempo. Esto sólo es el principio de unos años importantes en la vida y el crecimiento de vuestros pequeños. Bienvenidos.

Ana Muñoz
Dpto. Pedagógico de ChiquiTin

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