En
verano la radiación solar es máxima sobre todo en los meses de junio, julio y
agosto. Es en esta estación del año cuando más hemos de proteger nuestra piel
sobre todo en los niños, pues se sabe que el sol recibido en los primeros años
de vida es fundamental en el riesgo de padecer cáncer de piel en la etapa
adulta. Por tanto la fotoprotección en la infancia es una medida preventiva
cada vez más importante. En líneas generales en verano debería evitarse la
exposición solar entre las 12:00 y las 16:00 horas. Se recomienda evitar la exposición solar de
forma estricta en menores de 6 meses, en esta etapa no se debe exponer al sol a
los niños y se debe utilizar todos los métodos barrera como sombrillas, ropa
adecuada, sombreros de ala ancha y no ir a la playa. Los fotoprotectores
solares pueden utilizarse a partir de los 6 meses. Deben ser específicos
pediátricos y productos de farmacia o parafarmacia que aseguran haber pasado
los controles de calidad estrictos de los fotoprotectores. El protector solar
debe ser de amplio espectro (UVB-UVA) como mínimo de 35. Su aplicación correcta
debe ser media hora antes de la exposición solar y repetir su aplicación mínimo
cada dos horas, y tras cada baño o excesiva transpiración. El protector
debe utilizarse siempre, aún en días nublados en donde la radiación solar sólo
disminuye su intensidad.
En ChiquiTin sabemos la importancia de cuidar nuestra piel desde muy temprana edad. Cuídala este Verano. |
En cuanto a las afecciones
de la piel más frecuentes en los niños en los meses de verano existen dos
infecciones superficiales. Una es el impétigo, se trata de una infección muy
contagiosa provocada por las bacterias estreptococo A y estafilococo aureus. La
infección es más común en los meses de verano por el calor y la humedad. Se
manifiesta con la presencia de ampollas, úlceras y costras de color miel
(melicéricas), que tienden a distribuirse en zonas expuestas como la cara
(alrededor de la boca, nariz y oídos) brazos y extremidades. Cualquier persona
puede contraer un impétigo pero es más frecuente en niños entre 1 y 6 años. La
infección ocurre sobre todo cuando la barrera cutánea esta alterada, tras una
pequeña herida o picadura de mosquito o en niños con eccemas. A raíz de la
primera costra la infección puede diseminarse por el resto de la piel o el niño
puede contagiar a otros niños por contacto directo.
El tratamiento consiste en
antibiótico tópico en cremas o en casos diseminados puede precisarse
antibióticos vía oral. Es necesario una correcta higiene para evitar esta
infección.
La otra infección frecuente
en el verano es el molluscum contagiosum. Se trata de una infección vírica que
afecta a niños entre 1 y 5 años. Se manifiesta con la aparición de pequeñas
pápulas perladas, que se diseminan rápidamente por la superficie cutánea. Parece
como una erupción de pequeños granitos que persiste en la piel y aumentan de
tamaño hasta presentar en su parte central una pequeña depresión que parece un
ombligo. Generalmente no da síntomas, pero en niños atópicos o con piel
sensible pueden generar una reacción de picor y eccemas en la piel afecta. Es
una infección que puede diseminarse rápidamente entre los niños sobre todo en
ambientes húmedos como la piscina y los vestuarios. Existen múltiples
tratamientos para su eliminación como extraerlos con cucharilla, aplicar
nitrógeno líquido o antivíricos, siempre bajo supervisión médica. En casos muy
extensos en los cuales es muy agresivo eliminar todos los molluscum se puede
plantear dejar que se curen espontáneamente en el momento que el sistema inmune
del niño combate al virus.
Dra. Yolanda Fortuño
Dermatóloga
Nº Col 32313
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