lunes, 13 de enero de 2014

Ser abuelos hoy en día

Existen muchos errores acerca del papel que jugamos los abuelos en las familias y que desde la Asociación de Abuelas y Abuelos de España tratamos de corregir.

Uno de los primeros, por no decir el primer, problema con que nos encontramos es el de considerar que los abuelos son “tercera edad”, “ancianos”, “mayores”, etc.

Esta es una consideración que está fuera de lugar, a pesar de que indudablemente hay abuelos que son mayores. En la Asociación tenemos abuelos que apenas han pasado los 42 años. También tenemos una bisabuela de 63 años que tiene tres biznietas.

El hecho de ser abuela o abuelo no viene dado por los años sino porque una persona ha tenido un hijo o una hija que a su vez ha sido padre o madre…sea cual sea su edad.

Esta identificación de los abuelos con la edad es la que hace que haya abuelas que no permitan que sus nietas les llamen abuelas porque eso las hace “parecer mayores”.

Los abuelos no somos viejos. Los viejos son los que, sea cual sea su edad, no tienen proyectos y los abuelos siempre tenemos proyectos.

Otro de los errores respecto a los abuelos es considerar que no tenemos nada que hacer y que “hay que entretenerlos”. No es cierto tenemos nuestra vida familiar, nuestra vida, profesional, nuestra vida social como cualquier otro miembro de la familia y, además, tenemos derecho a disfrutarlas.

Es por ello por lo que los hijos deben tener muy en cuenta que los abuelos estamos para las necesidades y no para los caprichos. Cuando hace falta siempre está dispuesto el abuelo porque “el contrato” que tiene con su nieto está basado en el cariño pero precisamente para evitar lo que se ha dado en llamar “el síndrome del abuelo esclavo” es por lo que los hijos deben tratar de resolver todos sus problemas por medios propios y tener a los abuelos como solución a las necesidades más acuciantes. No es bueno ni para el nieto, ni para el abuelo, ni siquiera para el propio hijo, o hija, que se aprovechen de los abuelos.

También hemos de tener muy claro que la responsabilidad de la educación de los nietos es de sus padres y nunca de los abuelos. Si los abuelos no estamos de acuerdo con el tipo de educación que quieren sus padres para el niño hemos de hablar con ellos, con los padres, y llegar a un acuerdo pero sabiendo siempre que los responsables, y en consecuencia los que deben decidir todo respecto a su educación, son los padres.
Los niños reciben una educación en el colegio, otra de los amigos, otra a través de los medios de comunicación, otra de los padres y no debemos, ni podemos, añadir otra diferente de los abuelos.

Esto no quiere decir que los abuelos debamos cambiar nuestras costumbres porque nuestros hijos quieran educación diferente para sus hijos. Nosotros tenemos nuestra vida y costumbres y ellos deben, y tienen, que aceptarlas. Es decir que aunque un hijo quiera que los nietos se eduquen en el budismo si esos abuelos tradicionalmente rezan el rosario en familia y bendicen la mesa antes de comer deben seguir haciéndolo sea cual sea la intención del padre o la madre de sus nietos.

Está claro también que aunque los abuelos tengamos más experiencia que ningún otro miembro de la familia debemos modernizar esas experiencias puesto que en caso contrario podemos encontrarnos con que nuestra utilidad es cero.

Los tiempos han variado y varían continuamente y los abuelos hemos de ir también a ese ritmo si queremos estar al día. Un abuelo no puede esperar que su nieto le envíe una postal porque eso no hay muchacho que, probablemente, ni sepa lo que es. El abuelo debe saber recibir y enviar SMS y entender que cuando un nieto le envía TQ significa te quiero. Es decir si quiere tener interrelación con el nieto tiene que modernizarse puesto que de otra forma quedará obsoleto y arrumbado en un rincón de la casa o de la familia.

Vivimos una época en la que nuestros nietos están acostumbrados a tirar lo que no sirve. Hoy no se arregla una plancha, o una batidora o una radio….se tira y se compra otra. Los abuelos hemos de ser útiles y que la familia lo perciba para evitar problemas.

Es posible que no sepamos en donde hemos de aprender a manejar un ordenador, o un teléfono móvil la solución más adecuada la tenemos muy cerca: son nuestros propios nietos los que mejor pueden enseñarnos todas estas cosas. En contraposición cuando nosotros queramos enseñarles algo lo van a aceptar porque nosotros hemos aceptado que ellos nos enseñen.

¿Y qué les vamos a enseñar? Pues mi sugerencia es enseñarles algo que hoy en día nadie enseña: los valores de siempre, la amistad, la generosidad, la honradez, el trabajo, la entrega, la modestia, etc. etc. etc. Los colegios no los enseñan generalmente, los padres no tienen tiempo, los amigos ni los saben, los medios de comunicación menos todavía…solamente quedamos los abuelos para hacerlos y si nos hemos ganado la confianza de nuestros nietos seremos capaces de trasmitírselos y ellos de aceptarlos.

Los abuelos hemos de recorrer esa distancia que nos separa de los nietos en razón a muchas cosas. Si bien tampoco es bueno recorrerla por completo nosotros y es mejor recorrer una parte y que los nietos recorran otra parte para encontrarnos a medio camino.

Algunos de nuestros asociados, a veces, nos dicen que resulta muy difícil ser abuelo y nosotros les indicamos que no es difícil. ¿Hay que tener cuidado?  Pues claro que sí. Pero como ya hemos mencionado, y volvemos a hacerlo, la relación en la que se basan esas relaciones abuelos/nietos es el cariño y  no hay obstáculo que no pueda superarse para buscar lo mejor para nuestros nietos.



Francisco Muñoz
Presidente
Asociación de Abuelas y Abuelos de España

www.asociacionabuelos.es