Nos
reímos en la Escuela
Trabajando
en la Escuela
son muchas las ocasiones en las que podemos disfrutar de momentos inolvidables
y tremendamente divertidos con nuestros niños. Algunos os los contamos, otros
desgraciadamente se nos olvidan antes de tener la oportunidad de hacerlo y…
hasta alguna de nosotras hasta lleva a cabo un anecdotario de las cosas
divertidas que se les ocurren a nuestros pequeños.
Vivimos
y disfrutamos una etapa mágica en la que las miles (y millones) de conexiones
neuronales de los niños hacen que enlacen conocimientos y experiencias que
implican una lógica impecable… ¡para un niño! pero que sorprenden y nos hacen reír
a los adultos.
Qué
es la risa
La
risa es un síntoma de salud física y psíquica, y está presente en nosotros
desde el nacimiento. En los bebés más pequeños se produce como un reflejo pero
la respuesta que produce en nosotros, los adultos, hace que pronto se convierta
en una conducta aprendida y en un instrumento valioso del que disfrutar juntos.
Nos permite expresar emociones, fomenta las relaciones entre las personas y
disminuye las tensiones.
Aprendiendo
a reírnos
El
“aprendizaje de la risa”, como casi todos, comienza en familia. Ver reírse con
frecuencia a los padres hace que los niños se hagan más susceptibles al humor y
aprendan a reírse. Cuando los pequeños son aún bebés es sencillo provocarles
una sonrisa y lo hacemos de forma espontánea pero a medida que se hacen
mayores, es frecuente que nos centremos en “educarles” y en corregir
comportamientos, pasando a un segundo plano ese buen humor que es igual de
importante en la educación de los pequeños.
Hacer
reír a un bebé
La
risa también sigue un patrón evolutivo. Los más pequeños encuentran divertidos:
- los
juegos de cosquillas
- las
muecas
- las
repeticiones
- juegos
de escondite
- juegos
de lenguaje
Nos
reímos con los niños de 1 a 2 años: en esta edad aún no tienen un gran dominio
del lenguaje pero les gustan las palabras que se repiten y que tienen un ritmo
y una cadencia. También, gracias a su interés psicomotor (por el movimiento)
disfrutan enormemente con los movimientos exagerados del cuerpo: fingir caídas,
exagerar muecas, hacer movimientos rítmicos y sorprendentes…
Y
con los “mayores”…: a nuestros pequeños de dos a tres años le siguen
divirtiendo las escenas visuales y motóricas de la edad anterior, y también a
medida que aumenta su dominio del lenguaje les divierten algunas palabras “mal
sonantes” como “caca”, “pis”…
Los
niños disfrutan con bromas sencillas que causen risa en el adulto, tendiendo a
repetir las actuaciones que las han causado, ¡es tan frecuente que tengamos que
hacer como que no nos ha hecho gracia!…
No hay nada mejor que ver a nuestros peques compartiendo esos momentos
únicos juntos, riendo espontánea y libremente. ¡No os olvidéis de seguir
haciéndolo!
Y
para terminar…
¿Qué
le dice un gusano a otro gusano? Me voy a dar una vuelta a la manzana.
Un
gato caminaba por un tejado maullando:¡Miau, miau!
En eso se le acerca otro gato repitiendo:¡Guau, guau!
Entonces el primer gato le dice:
- Oye, ¿por qué ladras si tú eres gato?
Y el otro le contesta:
- ¿Es que uno no puede aprender idiomas?
Un
pez le dice al otro: ¿Qué hace tu papá?
Y el otro le contesta: NADA. ¿Y el tuyo?
- NADA también
Y el otro le contesta: NADA. ¿Y el tuyo?
- NADA también
Eso
son dos ovejas jugando al fútbol. Una de ellas lanza el balón muy lejos y dice
a una compañera: "Veeeeeeee!!!" .
Y la otra le contesta: "Veeeeeeee tuuuu!!!!".
¿Qué
le dijo una pulga a otra pulga? ¿Vamos a pie o esperamos al perro?
Le
dice un niño a su madre: - Mamá, mamá, qué rica está la paella.
Y su madre le contesta:- Pues repite, hijo.
Y dice el hijo: - Mamá, mamá, qué rica está la paella.
Una
niña está haciendo sus deberes y pregunta a su padre:
- papá, ¿Cómo se escribe campana?
- Campana se escribe “cómo suena”
- Entonces ¿Escribo “talán-talán”?
- papá, ¿Cómo se escribe campana?
- Campana se escribe “cómo suena”
- Entonces ¿Escribo “talán-talán”?
Caperucita
Roja se casó con el príncipe azul, y tuvieron un hijo violeta.
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