“¿Cómo elegir un buen colegio? ¿cómo y cuándo tengo que solicitarlo?
¿cuántos puntos tengo?”
Estas son algunas de las preguntas que, año tras
año, nos plantean las familias de nuestros alumnos cuando se va aproximando el
momento de abandonar las aulas de ChiquiTin para incorporarse al 2º ciclo de
Educación Infantil o, como comúnmente lo llamamos, al “Cole de mayores”.
A nosotros, como profesionales de la
educación de 0 a
3 años, nos parecía necesario prestar especial atención a este momento ya que
supone la incorporación a nuevas situaciones dentro del sistema educativo, al
igual que ocurre con el paso de infantil a primaria o de primaria a secundaria.
Debíamos desarrollar por medio de la acción educativa todas las posibilidades
de nuestros pequeños alumnos y dotarles de las competencias, habilidades,
hábitos y actitudes que faciliten su adaptación al nuevo centro (profesores,
rutinas, distribución del tiempo, espacios, materiales y recursos).
Si a
esto unimos a que algunas de nuestras familias viven ese momento con verdadera
angustia ante la incertidumbre que les producen todos esos interrogantes,
justifica plenamente el tiempo que, desde hace dos años, hemos dedicado a
trabajar un ambicioso Plan de Transición
al 2º ciclo de Educación Infantil.
Los objetivos que nos
planteamos en este proyecto eran: facilitar la adaptación de los alumnos al
nuevo centro educativo para conseguir que sea un proceso armónico y no
traumático, orientar a las familias sobre aquellos aspectos que faciliten la integración,
diseñando estrategias que favorezcan la participación de los padres en el
desarrollo del plan de transición; facilitar al equipo docente del centro
receptor la información y documentación relativa al alumnado (historial
educativo, informes, alumnado con necesidades específicas de apoyo…) y promover,
en la medida de lo posible, la coordinación entre los centros.
Así, los destinatarios del plan de transición fueron: las familias de
los alumnos que pasan a 2º ciclo, los equipos docentes de ambos centros y, por
supuesto, los principales protagonistas del proyecto: nuestros alumnos de las
aulas de 2-3 años.
Comenzamos solicitando la colaboración de
un colegio de la zona, el CEIP Federico
García Lorca (agradecemos enormemente al equipo directivo y docente su
implicación y el apoyo mostrado hacia este proyecto). Tras una reunión de
coordinación establecimos los pasos a seguir. Planificamos una sesión de
convivencia en la que los alumnos de 1º de infantil vinieran a ChiquiTin a
“explicarnos” cómo era su cole. Nuestros alumnos de 2-3 años estuvieron
trabajando para preparar el gran día: cantamos y bailamos con los mayores, les
hicimos un “cuenta-cuentos” en nuestra biblioteca y jugaron todos juntos en la
estructura de bolas, pero, sin duda, el momento más especial fue cuando
nuestros niños se sentaron a hacerles preguntas sobre el cole y descubrimos su
máxima preocupación, la pregunta más repetida era “¿hay juguetes en el cole de
mayores?”. Quedó bastante claro pero necesitábamos comprobarlo así que, unos
días después, nos fuimos a devolver la visita a nuestros amigos del cole. Vimos
que tenían un patio muy grande, que también cuentan cuentos, nos enseñaron su
comedor, sus aulas, sus juguetes y algunos pudieron conocer su clase y la que
sería su profesora a partir de septiembre.
La
actuación con las familias consistió en desarrollar sesiones informativas en
las que explicamos cómo funciona el proceso de admisión y resolvimos todas las
dudas que nos plantearon. La finalidad de la primera sesión era intentar que
vivieran el proceso con absoluta tranquilidad, sobre todo para evitar que
pudieran transmitir esa ansiedad a los niños (ya sabéis, las “neuronas espejo”
a veces nos traicionan). En una segunda sesión se les facilitaron pautas y
consejos para facilitar a sus hijos el cambio. Una de las sugerencias mejor
aceptadas y que pensamos fue muy positiva para los niños fue que les hicieran
partícipes del proceso: acompañar a los padres en la visita previa, a presentar
la solicitud, a formalizar la matrícula…es decir, tenían que vivirlo como algo
muy suyo.
Hemos intentado resumir algunas acciones
pero hubo muchas más durante todo el trimestre, eso sí, con una premisa básica,
tenía que ser como todo lo que hacemos
en ChiquiTin: despacito, sin prisas, respetando los tiempos, la actividad y
curiosidad natural del niño y de su período evolutivo y aprovechando todas las
oportunidades.
Una vez comenzado el nuevo curso,
realizamos un seguimiento con algunas familias y pudimos constatar que había
sido muy positivo para todos.
Este proyecto se ha desarrollado durante
dos cursos y, una vez pilotado y evaluado su éxito, se ha presentado a los
profesionales de la
Educación Infantil en un curso organizado por el CEFIRE de
Valencia para que muchos más niños se puedan beneficiar de él.
Como conclusión final debemos reconocer
que, a pesar de ser un buen proyecto, tiene un gran fallo: nosotros seguimos
llorando cada año cuando llega el último día de escuela y nos tenemos que
despedir de nuestros alumnos de 2-3.
Milagros Valiente Martínez
ChiquiTin Cardenal Benlloch, Valencia