La
incorporación a la escuela infantil supone un importante cambio en la vida del
niño. Normalmente es la primera vez que se separa de la familia y sale del
entorno familiar, del espacio que conoce, de la seguridad y protección que le
brinda su casa, para entrar en contacto con un nuevo espacio desconocido: la
escuela.
Este
paso será muy importante en su vida, y aunque en algunos casos, al principio,
la separación le resultará dolorosa, el pequeño lo irá asimilando, y gracias a
esta separación se incrementará su autonomía personal y su grado de
socialización. Además de ser un paso necesario para conocer otros ámbitos de
aprendizaje y constatar que los cambios también pueden ser muy positivos.
Durante
este periodo de adaptación al nuevo entorno es posible que puedan aparecer
conductas de rechazo, de tristeza u otras manifestaciones de adaptación como
alteraciones en el sueño, alimentación…Debemos saber que estas son
manifestaciones normales de este período que se solucionaran en breve tiempo y
que si las entendemos de una forma natural estaremos ayudando al pequeño a
asumir la nueva situación con normalidad y alegría.
Las
rutinas que se establecen en la escuela infantil también facilitarán esta
labor, ya que les van creando hábitos que les proporcionan seguridad y
equilibrio emocional. Además, la estimulación sensorial y psicomotríz que los
niños de 0 a
3 años reciben en la escuela contribuye a desarrollar sus enormes capacidades,
que serán la base de todos los aprendizajes posteriores.
Para poder disfrutar de los
beneficios que le ofrece la escuela debemos en estos primeros momentos
ofrecerle comprensión y ayuda, no evitando la situación de conflicto que esta
viviendo sino ayudándole a entenderla y a asumirla con normalidad, evitando
ponerle un plazo para que la supere, ya que cada niño tiene un ritmo de
adaptación que debemos respetar.
Para
vosotros, los padres, también supone un cambio importante la incorporación por
primera vez de un hijo a la escuela, por ello es fundamental que intentéis
estar tranquilos y tengáis confianza en la escuela que habéis elegido para
vuestro pequeño, ya que, incluso sin darnos cuenta, transmitimos lo que
sentimos con gran facilidad a nuestros niños.
A continuación os damos algunas
orientaciones que pueden resultaros útiles en este período:
· Antes de
comenzar la asistencia del pequeño conviene que vayáis adaptando los horarios
de sueño y alimentación a los que va a tener en la escuela para que comenzar a
facilitarle su incorporación.
· Prever un tiempo
en el que el niño pueda acudir a la escuela durante unas horas antes de
incorporaros al trabajo, para que tengáis tiempo de separaros y reencontraros
sin que transcurra mucho tiempo durante los primeros días. En el caso de los
bebés menores de seis meses la adaptación “real” a la escuela será de los
padres, ya que cognitivamente ellos no lo acusarán tanto, por lo que es
conveniente que busquéis, en esos primeros momentos, mientras el niño está en
la escuela, algo que os apetezca hacer.
· Organizaros de
modo que no estéis nerviosos y con prisas para que el niño vaya lo más
tranquilo posible a la escuela.
· En los primeros
días, el niño puede llevar consigo algún objeto al que tenga cierto apego
afectivo, para hacer más agradable la adaptación al nuevo ambiente.
· Durante el
período de adaptación, en la medida de vuestras posibilidades, es conveniente
que intentéis llevarle y recogerle vosotros, ya que esto le dará seguridad y se
acostumbrará antes al cambio. Así mismo intentad ser muy puntuales en la recogida
para que no tenga sensación de desamparo cuando lleguen los demás padres.
· Procurad evitar
que falten durante los primeros días para que se adapten con mayor rapidez, y
encontrar un horario regular que el pequeño vaya a seguir todos los días para
que conozca sus rutinas y a través de ellas sus propios horarios.
· Cuando sea la
hora de marchar es mejor no alargar la situación: decir adiós con seguridad y
alegría. Hay que transmitir al niño que lo que estáis haciendo es lo mejor para
él. Es importante que no piense que la marcha de los padres es opcional o que
si protesta con fuerza impedirá la partida. También evitad marcharos cuando no
os ve, el pequeño acusará igual la marcha pero, al no despedirnos, no sabrá que
vais a volver.
· Debemos evitar
el chantaje afectivo de “no llores que mamá se va triste”, o la mentira “voy a
comprar y vengo enseguida”, así como evitar al recogerle frases como “¡Ay
pobrecito!, que le hemos dejado solito”, ¿has llorado mucho?....
· Esperemos a
introducir cambios en la vida del pequeño (quitar pañales, cambio de
habitación…) mientras se está adaptando a la escuela para que pueda asimilarlos
de uno en uno con más facilidad.
· Puede que el
niño, en el reencuentro con los padres llore o muestre indiferencia, estas son
algunas manifestaciones que no deben angustiarnos, a veces el niño también
experimenta sentimientos ambivalentes, contradictorios, al mismo tiempo siente
la separación de la educadora y el deseo de ir con sus padres. Dedicarle en
estos momentos un tiempo especial para acogerle, dialogar con él y
reconfortarle.
Por
último recordaros que la escuela infantil se va a convertir en un referente
importante en la vida de vuestros hijos, que van a disfrutar de ella, de las
posibilidades de aprendizaje, de relación con iguales y de afecto que brinda,
pero debemos darles y darnos tiempo. Esto sólo es el principio de unos años
importantes en la vida y el crecimiento de vuestros pequeños. Bienvenidos.
Ana Muñoz
Dpto. Pedagógico de
ChiquiTin